La convocatoria a Plaza Flores la establecimos un día reciente de Primavera con una temperatura cálida y de brisa suave.
Sin embargo el 29 de octubre nos sorprendió con un calor de Verano salteño: intenso y agobiante.
Entre algunos del grupo temíamos que no concurrieran las personas teniendo en cuenta el horario, el clima, el sol, aspectos que podían desanimar a cualquiera; pero no a nosotros ni a nuestra gente que con la alegría y confianza más amada se presentaron en punto para integrarse a la danza.
Disfrutamos, aprendimos, sentimos muchas emociones y nos conectamos desde el alma.
Gracias por haber hecho de este día un recuerdo maravilloso
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